Todos los días cuando llego a casa con la princesa de mis cuentos de hadas después de recogerla del cole, lo que primero me recibe en la puerta de mi casa es el felpudo.
Nada más verlo identifico claramente que estoy a la entrada del lugar donde me siento segura, donde respiro tranquila y donde suceden muchas de las cosas hermosas que experimento en este camino que es la vida.
Pero llevo unos días dándole vueltas a la cabeza e intentando imaginar qué es lo que pensará la princesa de mis cuentos de hadas cuando ...